el
miedo_
...
tengo miedo.
Mira
a su alrededor y sabe que le harán daño. Sin embargo, es a ella a
quien temen.
Miedo, miedo, se
mueren con él y desconocen los motivos.
Ella no insiste en
la maldad, pero la temen, porque nunca la han tenido bajo control.
Cada acto, cada palabra, cada reacción puede ser nueva e inesperada.
Irreverente y anárquica. Fuera de tono. Por eso cambian la piel de
lobo a cordero y luchan para que se integre en su rebaño.
No os
preocupéis,
les dice, no
es necesario. Ni tampoco que nos comamos unos a otros. Podéis seguir
jugando a que nos llevamos bien, aunque elija pastar en otros prados.
Para ella también
es complicado. Relacionarse con los demás sin dañarlos. Pedir
disculpas, entenderlos. Asumir que no tiene razón. Llorar delante de
alguien como si estuviese sola. Tratarlos bien. Fiarse. No tener
vergüenza. Dejarse querer. Ser de nuevo una niña. Fingir que no
sabe lo que sabe y que sabe lo que nunca sabrá. Aceptar que es
imperfecta. Y reconocer que también los teme. Porque exigen
demasiado, porque la empujan a volverse falsa como una moneda de
chocolate y cruel, como los espejos. Cuando no quiere.
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