Me acuerdo de las hijas del dueño del bar de mi pueblo y de lo bien que jugaban al futbolín
Me acuerdo de una de esas placas de recordatorio fúnebre que decía: “Vivirás eternamente en el corazón de tu esposa”.
Me acuerdo de la primera vez que vi una peli porno.
Me acuerdo de emocionarme aplaudiendo en el teatro.
Me acuerdo que el día que se casó mi hermano, llegando a la iglesia a pie, se me rompió el tacón de un zapato delante de una zapatería, donde entré a comprarme un par nuevo.
Me acuerdo de beber vino de cartón barato mientras me sentía absolutamente infeliz.
Me acuerdo de caminar por la playa con una pareja de amigos y comentarles que pensaba a menudo en el suicidio.
Me acuerdo de pedir un deseo mientras soplaba un diente de león.