viernes, 28 de mayo de 2021

Tocar los libros

"Me contó Andrés Trapiello que una vez, un operario que había ido a su casa a hacer algún arreglo se paró sobrecogido ante su biblioteca, imponente, y le preguntó a qué se dedicaba. "Soy escritor", le dijo. A lo que el hombre, lleno de asombro, añadió: "¿Y los ha escrito usted todos?". Y Trapiello, tras un momento de zozobra, le dijo que sí sin inmutarse, que, si no todos, casi. "Cómo iba a desanimarle", me dijo."
                                                   
                                                      Jesús Marchamalo
                                                      Ediciones Cátedra

jueves, 20 de mayo de 2021

Panza de burro

"Hasta mañana, shit, me dijo, hasta mañana. Subí la cuesta y ya por la mitad del camino me puse triste y miré al cielo y ya sí se había hecho de noche de verdad y las ranitas del estanque en el que ya nadie nadaba empezaban a cantar y parecía como una canción antigua, una canción que venía de siglos atrás, de cuando Isora y yo todavía no éramos amigas pero estábamos predestinadas a serlo, porque si algo yo sabía era que Isora y yo estábamos hechas como estaban hechas las cosas que nacen para vivir y morir juntas y me di la vuelta y le dije shit, acompáñame aunque sea hasta cas los homosecsuales, acompáñame chacho, que yo siempre te acompaño."

                                                           Andrea Abreu

                                                           Editorial Barrett

viernes, 14 de mayo de 2021

El sentido de un final

 "...cuando somos jóvenes y sensibles, es también cuando somos más hirientes; por el contrario, cuando la sangre empieza a circular más despacio, cuando sentimos las cosas con menor agudeza, cuando estamos más acorazados y hemos aprendido a soportar el daño, pisamos con más cuidado..."

                                                 Julian Barnes

                                                 Editorial Anagrama

sábado, 8 de mayo de 2021

Rutina

A veces me siento

minúscula como un grano,

como el gitano 

que rebusca

en el contenedor 

y que me ha visto caminar 

despacio

hacia mi casa.

Su vida y la mía 

no valen nada,

no son más que fruto del azar

y la tristeza

de dos cuerpos 

que se unieron

para distraer a la rutina.

Yo paso y lo miro,

con la misma pena que siento hacia mí misma.

Con un dolor callado y profundo

como una arcada.

Con la boca seca

las manos libres

y  la consciencia llena

de cada alimento que pruebo,

de cada objeto que me pertenece

cuyos restos tal vez, acaben un día,

en el cubo de la basura.