viernes, 22 de julio de 2022

Algo de viento

Fotografía: efialtes_fernando gonzález

 Qué sensación. La de estar suspendidos en el aire. Soñar que volamos, que nos balanceamos en una hamaca, que colgamos las piernas cuando nos sentamos en un muro alto, ver secarse la ropa al sol y algo de viento. La brisa es tan gratificante como cobrar a final de mes. El aire libre es una paga extra. Cada vez hay más problemas de ansiedad, de salud mental, cada vez nos sentimos más heridos e indefensos. No hay soluciones fáciles, pero ojalá esta lo fuera. Parar, respirar, dejarse mecer, tumbarse boca arriba con los ojos cerrados, comernos una zanahoria, masticar lento, hablar despacio, dejar las redes sociales por un tiempo indefinido. Hacer nuevos amigos, quizá con nombre de vaca o de cabra, o de gato. Pasar tiempo con ellos, tal vez acariciarlos, dejarnos lamer. Volver a lo primario, a plantar un tomate, a segar la hierba, a ordeñar. Quién sabe si eso ayudaría. Quien sabe si lo que necesitamos es un tendal en medio de la nada y algo de viento.

viernes, 8 de julio de 2022

Julio

Fotografía: efialtes_fernando gonzález

Julio ya está aquí, golpeándonos suavemente como un balón de playa, acercándonos prudentemente a la Navidad. Es ese mes que huele a crema y que sabe a cerezas. Es el calor abrasador y el chorro de agua fresca de las fuentes de los pueblos. Julio son las vacaciones, el cumpleaños, lo conciertos de verano y las terrazas llenas de gente bebiendo sangría. Todo su calor incita a pensamientos turbios y a actos impuros. Al cigarrito de después. Ponerse unas chanclas para inmediatamente quitárnoslas al pisar la playa ya es deporte nacional. Comer melón, a un precio prohibitivo. Esparcirnos la crema protectora, en vez de ir a pelo como en los noventa, cuando te descascarillabas sin más y pellejo nuevo. Julio es un mes bonito y algo vago, como una parte de nosotros. Se vuelven 31 días de no querer hacer nada (salvo el muerto en el agua), de buscar una buena sombra y beberte una Mil Nueve bien fresquita. Julio es un mes para los cachas y al resto que nos jodan y nos lleven los sudores. Julio ya está aquí, con sus tormentas y sus treinta grados. Y a quien no le guste, que se abanique y camine descalzo sobre la hierba. Si eso no funciona, apaga (el sol) y vámonos.