viernes, 30 de octubre de 2015

Hombres muertos que camninan (57)


las lágrimas_
Que el mundo es horrible,
es una verdad que no necesita demostración.

Cuando lo deseo con todas mis fuerzas, me resulta imposible. Pero en cuanto dejo de pretenderlo, se me caen de los ojos y me salan las pestañas.
Hoy me dio por ahí, por craquelarme la cara. Porque soy una triste, por lo que sucedió en mi vida y nunca podré contar, por todas las imágenes que se me han fijado sin querer, por la pérdida, por la indiscreción, por lo que te perjudica, por no haber gritado cuando debía, por el primer amor y por el último, por cada persona de la que me distancié sintiendo que me quería, pero esperando a que me lo dijera. Por las injusticias, por los abusos, por el obligado descrédito en la familia a la que esta misma te arrastra, para no consumirme y para limpiar y dar brillo a mis ojos, que se empeñaron en perderlo con el paso del tiempo. Por no maldecir y por no haber ignorado, por no haberme disculpado y por no haber amado, por el sufrimiento que yo misma me obligué a sentir por ser incapaz de conseguirlo. Por no poder volver a creer en nadie. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario