Foto: Elena Dean @bicodepulga |
miércoles, 22 de febrero de 2023
Ruinas
jueves, 16 de febrero de 2023
Un elefante na sala de estar
"Pregunteille a papá cal fora a miña primeira palabra e quedou calado un tempo longo, e despois díxome que non se acordaba ben, que seguramente fose algunha desas -mamá, auga, pan- e daquela decateime de que hai moitos recordos de min que mamá levou con ela."
miércoles, 8 de febrero de 2023
Miedo
Fotografia: Elena Dean @bicodepulga |
Música: Todo pasa. Carla Morrison.
Nunca he tenido demasiado miedo. Ni a la oscuridad, de niña, ni a la pérdida de la virginidad, de adolescente, ni a la soledad, de adulta. No hay razón para tenerlo, me he dicho siempre y me he negado esa emoción, ese sentimiento, como lo define José Antonio Marina en su maravilloso libro Anatomía del miedo. Un tratado sobre la valentía. Pero ahora sé que puede ser una bomba de racimo. Que puede invadirlo todo. Destruirlo todo. Una vez, me pasó. Hace ocho años, lo sentí. Y llegó para quedarse. Junto con un diagnóstico. Nada ha vuelto a ser como era entonces. Algo se quebró dentro, algo se volvió inseguro y fugaz, algo se perdió. Y aprendí a valorar la cordura. Porque sé que la locura, os da pavor. La locura provoca que te aten a una camilla mientras lloras en silencio. Que llores en un bar mientras escribes y que la gente te mire sin decir nada. Que te encierres en un baño y hables sola. Provoca que, a veces, te quieras morir. La locura da miedo. Por eso sé que estar bien, integrarse, es lo fabuloso. Pasar desapercibida, no poner en riesgo tu trabajo, tener pareja estable, yo qué sé. Lo que pasa es que a veces, algo se agita dentro de nuestras cabezas, algo las distingue, las dota de una absoluta infelicidad y las destruye poco a poco. Sin que podamos elegir. Me gustaría creer en la prevención, si no fuera que nadie puede prever que nos pasen las cosas que nos pasan. Por eso prefiero quedarme con el buen trato. Y, una vez has tocado fondo, con no abandonar el tratamiento. Puede que hablar también sea útil. No lo sé. No lo he intentado. Pero han pasado ocho años. Ocho putos años en los que no he perdido a mi familia, no he perdido a mis amigos, no he perdido el trabajo y no he perdido la vida. Es hora de dar las gracias. Por respetar mi pánico, mi silencio, mi cobardía y mi dolor. Aunque mi día a día es normal, no he superado el diagnóstico. Lo arrastro como puedo y lo adorno con sonrisas. Pero ha llegado la hora de decirlo, de reconocer, por fin, que soy esquizofrénica y de pediros que, por favor, por favor, por favor, no me tengáis miedo. Porque no me lo merezco. Porque sigo siendo yo.
miércoles, 1 de febrero de 2023
Por qué llora la maestra
"Tú eres diferente a los demás; todos lo somos. Miramos el mismo mar, la misma nevada, pero cada uno ve una ola distinta al romper, un copo de nieve traspasado por la luz. Esa visión tuya es única, y es lo que nos tienes que contar."