martes, 25 de agosto de 2015

Genet Faílde Dominguez lee y comenta A Esmorga, de Eduardo Blanco Amor.

(acceder a subtítulos en gallego)
Lee y comenta (abajo): Genet Faílde Dominguez.

Eran tres os esmorgantes, unha de moitas, a noite de esmorga.
Pra os que non a conhezan, esta obra , escrita en 1959, pertence a Eduardo Blanco Amor, autor que como moitos outros exiliase  cara Suramèrica co comezo da guerra civil.
A historia desenvòlvese na vila ourensà de Aurea e està protagonizada por Juan Farinha, (conhecido como o Bocas), Eladio Vilarchao ( ou tamèn o Milhomes, Setesaias ) e Cipriano Canedo ( Cibràn). Estes tres personaxes encòntranse na rùa e comeza asì a sùa esmorga. A esmorga è pra eles un xeito de desvanecerse da realidade. Asì è como llo explica Cibràn ao xuiz.

Cibràn sìntese perseguido polo "pensamento", unha especie de remordemento ou coinciencia que lle aparece cando fai algo que non deberìa ou està preocupado por algo ou alguèn. E que às veces ese "pensamento" è tan grande e que o ùnico remedio que atopa è a bebida. Este pensamento, a diferencia dos outros personaxes, (creo eu ) dalle a Cibràn unha faceta màis humano ante situaciòns desesperadas ou tràxicas. O feito de que lle apareza o pensamento significa que el mesmo arrepìntese do que fai ou que vai facer algo que "cre" que non debe facer pero acaba por autoconvencerse e autoxustificarse a si mesmo de que è o mellor. Con todo isto quero dicir que como Cibràn, nòs temos como dùas caras, unha a conveniencia e outra, a coinciencia.

martes, 18 de agosto de 2015

Si hoy fuera mi último día. Macarena Cuiñas, masa madre de las letras :).


Si hoy fuera mi último día
correría tímida hasta tu puerta
y me quedaría allí
         callada,
         invisible
esperando
         verte
                  pasar
en un instante lento
tu movimiento suave

Me quedaría absorta
    ante tu presencia poderosa
         tranquila  
envuelta en el aire que desplazas            Grabación: Jorge Javier Justo Prado            
          suspendida
          en tu ritmo

Si hoy fuera mi último día
te acariciaría de lejos
   te besaría sin que tú te dieras cuenta.

lunes, 17 de agosto de 2015

Lectura perra y protesta :)

EL CAMBIO ESTÁ SUCEDIENDO Y OCURRIRÁ CON O SIN USTEDES
EU TAMÉN EN FOLGA
SE NON NOS DEIXADES SOÑAR NON VOS DEIXAREMOS DURMIR

jueves, 13 de agosto de 2015

Lectura maña y goyesca



A los pies de 

Goya
leen y sueñan 
 los que 

NO

están locos.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Manifesto mimadriña. Lecturas positivas :)

mimadrinha
http://mimadrinha.com/
se o que ollas a través da túa ventá é gris, ponlle cores. se o que tes entre mans non funciona, tenta arranxalo. non perdas o tempo queixándote ou falando. síntete libre para facer o que che pase pola cabeza. sé independente das opinións e consellos que che dean, sexan bos ou malos. alimenta a túa curiosidade: coñece, aprende, curiosea, pregunta, socializa. practica facendo cousas que nunca pensaches facer, ao mellor convértese na túa ilusión. crea o teu propio pensamento. se tes que alonxarte durante un tempo, faino. non repitas nin difundas os pensamentos de outros sen ter pensamento crítico. se coñeces xente moi crack e te fascinou o seu traballo, difunde a súa obra. contáxiate da ilusión e da capacidade de estimular e crear. non te limites pensando que un día esa ilusión se vai acabar, e se se acaba, o camiño realizado non será un fracaso, será unha nova experiencia. fracaso sería non aprender nada. o importante é o camiño. non te preocupes polo desgaste, nada permanece novo. esquece a perfección. resiste ás tendencias impostas, crea ti tendencia. se tes unha idea ponte con ela, pouco a pouco, disfruta de ollar como vas evolucionando. o mundo está cheo de xente creativa, non te asustes, son coma ti, un día comezaron. comparte as túas ideas. comparte o teu entusiasmo. comparte as túas habilidades. a práctica diaria favorece a creatividade. a creatividade favorece a ilusión. a ilusión favorece o sorriso. o sorriso favorécete.
manifesto mimadriña
podes mercar este manifesto enmarcado na tenda mimadriña
coa sua compra estas colaborando ca asociación aspadex de cee

martes, 11 de agosto de 2015

Campofrío. Alimentando a otro tipo de mujer. Lecturas recomendadas :)

Publicidad Campofrío. Gran Vía, Vigo.



 

3 pasos 
para ser PERFECTA:

  1.Paso de ser perfecta

  2.Paso de trabajar tanto

  3.Paso de tantos pasos

domingo, 9 de agosto de 2015

Haciendo tiempo. Leamos a Sonia Maestú.

 Me descubrí diciéndolo cuando lo hacía, fui consciente entonces de que no me veía en esas últimamente. El tiempo lo tengo copado. Dejo poco espacio a la magia, y la magia está ahí fuera para quien la quiera coger.  
..... Creo que, si puedo escoger, seré siempre optimista. El resultado es el mismo, pero se vive mejor, con más alegría.
Había viajado con calma, me había detenido una hora viendo el mar en un muelle, aparqué cerca de mi objetivo ya en la ciudad......... Tenía una hora para estar......sin hacer nada.
Me dejé rodar por la calle sin intención alguna, vi una tienda nueva con material para casa y más. Pedí permiso y entré. No se ha inaugurado, estaban completando la decoración.
No compro muchas cosas, no llevaba más que cinco euros para toda la tarde que se venía sin piedad llena de encuentros, mensajes, llamadas y …en breve,  me vería con un hombre de 91 años (bajando ocho pisos por escaleras interminables y rizadas) con un miedo atroz al caminar. // Me sujetaba con uñas y dientes, pero siendo independiente, es decir, imposible direccionarlo. Ponía el pié tras el bastón y tiraba el cuerpo en cada escalón sin dominio alguno. Sus delgadísimos dedos me hacían daño en el brazo, brazo que sujetaba con fuerza y hacía de timón en sus desembarques, cumplidos en cada escalón y su interminable caída. //
Encontré en la tienda algo muy útil para almacenar las cervezas en la nevera, y en la casa en la que estaba, vendría bien, y una, con todo el tiempo del mundo, como si lo fuera o fuese a comprar, le pregunté el precio.
¡Lo compro! (me llegaba), mientras lo empaquetaba en una bolsa me dijo, se lo regalo.
 Bueno, cuando salí con el paquete en la mano, la calle me pareció, como otras muchas veces, una calle brillante, cegadora. Ahí, con un pié fuera, regalada, recibo otro regalo, un querido que pensó en mí y me saluda. Descolgué el teléfono, me senté en una acera, respiré profundo, y a la primera pregunta contesté, estoy Haciendo tiempo.
Subí con fuerza los ocho pisos.  Me escribieron mientras entraba, el día guardaba más sorpresas, no acabaron ahí.
Bajandooooooo.....
Al cuidador, joven y fuerte, le sugerí que bajase delante, así nos amortiguaría en caso de una probable caída. Bajaba delante con maleta y andador. Uno, 91, y una, 58, haciendo fuerza para llegar vivos. Todo salió bien. Sentí sus nervios, sus años, su tiempo. Viajamos juntos en aquel descenso de noria. Llegamos empapados.
Todo el tiempo que no hice, que fue poco, se llenó de recuerdos......Haciendo tiempo.

jueves, 6 de agosto de 2015

Silvia Carballo y las paredes del Café Ollo Ledo. Video-lectura.

Silvia tiene varios vicios.
Uno de ellos, leer casi a oscuras lo que otros han escrito en la pared del Café Ollo Ledo 

 

 Yo tampoco la escucho bien. Es tímida :), como tod@s.
Lo que video-lee, es:

Sede firmes nas ideas, sede doces coas persoas.

(E debaixo pon):
Recién divorciada, atractiva, rica, busca sexo, pago yo.

:))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))



martes, 4 de agosto de 2015

María Nández también escribe :)

Y En caja y papel se lo encuaderna :).

Cuando desperté, aquella mañana, presentí que algo se había roto entre nosotros. Con el tiempo, lo supe con toda certeza.

Desperté y sentí que estaba allí, a mi lado. Tuve intención de girarme hacia él y rodearle con mis brazos pero me contuve. Deseaba que fuese él quien me abrazara. Realmente necesitaba que fuese así. Mi deseo se quedó, al igual que yo, desconcertado. Él se despertó pasados unos minutos. Decidí no moverme mientras esperaba impaciente la calidez de sus brazos. Se incorporó. Se sentó en el borde de la cama. Se puso las zapatillas y, sin ni siquiera mirarme –esas cosas se notan— salió de la habitación.

Nos conocíamos desde hacía más de dos años. Su amistad fue muy importante para mí. Apareció en mi vida en un momento en el que lo que más necesitaba era compañía y cariño, y él, aun en la distancia –vivíamos a más de mil kilómetros—me aportaba ambas cosas.

Desde el primer momento, adquirimos el hábito de enviarnos un mensaje telefónico cada noche. Me gustaba recibirlos. Sentía que había alguien a quien le importaba. Él decía que recibirlos apaciguaba su soledad. Nos acostumbramos a hablar por teléfono cada semana, al menos una vez, y, gracias a mi trabajo, podíamos vernos cada tres o cuatro meses. La empresa donde trabajo tiene varios clientes en su ciudad a los que debo visitar como mínimo tres veces cada año.

Nuestros encuentros consistían en salir a cenar, tomar una copa y charlar hasta altas horas de la madrugada. Disfrutábamos mucho estando juntos. Nunca, hasta ese día, había habido nada entre nosotros. Sólo una fantástica amistad. Ambos estábamos enamorados pero él no era el hombre al que yo amaba ni yo la mujer que amaba él, aunque ninguno de los dos era correspondido por el ser amado. Tal vez esto hizo que nos refugiásemos más el uno en el otro. Nos comprendíamos o creíamos comprendernos mejor.

Llegó aquel día. Yo tenía que trasladarme por trabajo a su ciudad. Como era viernes acordamos que en lugar de volver ese mismo día, podría quedarme hasta el sábado por la tarde. Hacía un par de meses que no nos veíamos. Nos vendría bien. Podría quedarme en su casa -no era algo nuevo, en alguna otra ocasión ya había sido así-. Me recogería sobre las nueve de la noche, cuando yo hubiese terminado.

Como era habitual en él, fue puntual a nuestra cita. Después de un par de amistosos besos, nos fuimos a cenar y a tomar una copa. De regreso a casa caminamos cogidos del brazo, como siempre hacíamos. A él le encantaba que me colgase de su codo –era bastante más alto que yo--. A mí me gustaba que le gustase.

Llegamos a casa. Nos quitamos los abrigos. Era invierno. No teníamos sueño, así que nos sentamos a charlar, antes de irnos a dormir. De repente, atendiendo a un impulso desenfrenado, me acerqué a él. Rodeé su cara con mis manos y le dije que me apetecía besarle. Fue él quien me besó. Me acarició. Me cogió en brazos y me llevó a su cuarto. Hicimos el amor. No hablamos. Sólo nos abrazábamos, nos besábamos. Nos mentimos sobre el sentimiento hacia las personas que amábamos. No existía, dijimos. Fue una noche llena de ternura, de silencios. Fue una noche motivada por la falta de abrazos, la falta de cariño, por la soledad impuesta. Fue una noche destructora de algo hermoso.

A la mañana siguiente, salió de la habitación sin ni siquiera mirarme. Desconcertada y sorprendida, recogí mis cosas, me duché y me preparé para enfrentarme a esta nueva y, para mí, desconocida situación. Una aparente indiferencia. Él me esperaba en la cocina. Nos dimos los buenos días. Sin preguntas sobre el porqué de su comportamiento y frente a una taza de café y una tostada, hablamos muy por encima de lo sucedido. Reconocimos lo placentero que había sido todo. Teníamos claro que, como adultos que éramos, esto no afectaría a nuestra fantástica relación. Yo le creí y me creí a mi misma. Sabía que, al menos por mi parte, sería así. No sabíamos, o no queríamos admitir, que ya nada volvería a ser como hasta entonces.

Durante la semana siguiente hablamos por teléfono un par de veces. Nunca volvimos a comentar lo sucedido. Fue como si nada hubiera pasado. Confirmé mis presentimientos de aquella mañana cuando, sin motivo aparente, las llamadas telefónicas comenzaron a alejarse en el tiempo. Los encuentros, algunos provocados por mí, encontraban excusas para no llevarse a cabo. Los mensajes telefónicos, aquellos que me hacían sentirme importante, empezaron a espaciarse hasta que llegó un día en que ya ni siquiera tuvieron respuesta.

Ha pasado ya más de un año desde aquella mañana. La distancia ha crecido entre nosotros. Ya no sólo nos separan mil kilómetros, nos separan unos besos y unos abrazos que tal vez nunca debimos darnos. Ahora, de vez en cuando, en Navidad, en mi cumpleaños y en alguna que otra rara ocasión, un mensaje me sorprende preguntándome cómo estoy y deseándome toda la felicidad del mundo. 

                                                                
 

domingo, 2 de agosto de 2015

Ex libris

Quién es Luis Bardón
         Es una cédula que se pone en los libros, en la que figuran el nombre y el apellido, o las iniciales, del dueño; a estos datos se agrega comúnmente un dibujo o emblema con un mote, y sirve de contraseña en los libros de una biblioteca, colocándose en la contratapa o en la guarda del libro; es una expresión de amor al libro.(Mariano Monje Ayala. El arte de la encuadernación. Ed. Labor, 1956)
Lee tú si no saben
que te lean si no puedes.
                                                                    

sábado, 1 de agosto de 2015

No sólo libros

    Los libros se escriben, se encuadernan, se venden, se compran, se regalan, se prestan, se restauran, se colocan en las estanterías.
Sí vale, pero este mes, quiero más.
Leámoslo todo. Y a todos :)