lunes, 24 de febrero de 2020

El amigo

"De hecho, cuanto más vivo con Apollo, más convencida estoy de que el veterinario gruñón acertaba: los seres humanos no conocemos ni la mitad de cómo funcionan los cerebros de los perros. Probablemente puedan, a su manera callada e insondable, conocernos mejor de lo que nosotros los conocemos a ellos. En cualquier caso, la imagen es adorable: una avalancha de desesperación y, como el san bernardo que llega atravesando la nieve con un barrilito de brandi, Apollo me trae un libro."


martes, 18 de febrero de 2020

Cosas que los nietos deberían saber

"A veces la belleza me supera y no sé cómo afrontarla. ¿Conoces la sensación? ¿Cuando algo es demasiado hermoso? Cuando alguien dice algo o escribe algo o toca algo que te conmueve hasta las lágrimas, o que llega incluso a cambiarte?"

viernes, 14 de febrero de 2020

Lo que olvidamos

"El día de la partida la ayudamos a arreglarse como si fuera a una fiesta: su mejor vestido, limpio y planchado para la ocasión; aquellos pendientes, regalo de un aniversario de boda, que eran los que más le gustaban, aunque ahora fuese incapaz de recordar el significado sentimental que tuvieron siempre para ella. Yo le puse un toque de rubor en las mejillas y un carmín discreto en los labios. "Mira qué guapa estás", le dijimos mostrándole su reflejo en el espejo de luna del armario, y ella pareció reconocerse y, como siempre coqueta y orgullosa de su buen gusto, sonrió a su imagen. Se la veía contenta y no preguntó adónde íbamos, qué habíamos metido en la maleta, por qué nos marchábamos ahora ni quien iba a hacerse cargo de su casa y de sus cosas, las cosas en otro tiempo queridas que ahora quedaban desordenadas en aquel piso que cerramos con dos vueltas de llave.
Ni siquiera echó una ojeada a lo que dejábamos atrás, ni una leve despedida hacia una casa que fue su mundo durante toda la vida y a la que probablemente nunca más iba a volver, aunque ella fuese incapaz de pensarlo o de preverlo, porque el futuro no existía y el pasado estaba dejando de existir."

sábado, 8 de febrero de 2020

De bares II

"Mientras escucho Qué bien tan mal, de Ojete calor, el hombre de la camisa a rayas entra y se toma un café con un chupito de licor. Se pone las gafas con todo el cuidado y lee el periódico, de delante hacia atrás. A veces está solo y otras llega su mujer, que lo besa pero no se sienta en su misma mesa, sino en otra; también a leer el periódico y a tomar algo. Es un gesto extraño, pero cotidiano. Cuando termina, se levanta y mete unas monedas en la tragaperras. Mira el reloj. Recoge las pérdidas. La despide. Y se va."