Madrugar,
planificar unas vacaciones
de tres días.
Mirar por la ventana y
ver el sol
alto, espléndido
y amarillo.
Tomar un café solo sin azúcar
y escribir este poema
mientras escucho la radio.
Sentir que es un buen día,
que no me duele nada,
que tengo amigos que me quieren.
Que nadie ha muerto hoy.