las
lágrimas_
Que
el mundo es horrible,
es
una verdad que no necesita demostración.
Cuando lo deseo
con todas mis fuerzas, me resulta imposible. Pero en cuanto dejo de
pretenderlo, se me caen de los ojos y me salan las pestañas.
Hoy me dio por
ahí, por craquelarme la cara. Porque soy una triste, por lo que
sucedió en mi vida y nunca podré contar, por todas las imágenes
que se me han fijado sin querer, por la pérdida, por la
indiscreción, por lo que te perjudica, por no haber gritado cuando
debía, por el primer amor y por el último, por cada persona de la
que me distancié sintiendo que me quería, pero esperando a que me
lo dijera. Por las injusticias, por los abusos, por el obligado
descrédito en la familia a la que esta misma te arrastra, para no
consumirme y para limpiar y dar brillo a mis ojos, que se empeñaron
en perderlo con el paso del tiempo. Por no maldecir y por no haber
ignorado, por no haberme disculpado y por no haber amado, por el
sufrimiento que yo misma me obligué a sentir por ser incapaz de
conseguirlo. Por no poder volver a creer en nadie.
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