domingo, 25 de octubre de 2015

Hombres muertos que caminan (52)


_rarunadas
Te hundes en la confusión.
Y entonces conoces a una persona extraordinaria y divertida,
triste y excepcional.

Era curiosa. Un personaje.

Hacía listas de palabras. Decía que eran préstamos, robos o regalos que de vez en cuando repasaba, para recordar a las personas a quienes se las había escuchado.
Si le preguntabas, se entusiasmaba y te contaba con detalle la historia que había detrás de cada una. Le gustaba mucho jugar a este juego de cría.
Era raro. Y conmovedor.

Un día, le pregunté qué haría si tuviese que escoger.
Pues no hacerlo.

Eligió no elegir.

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