lunes, 15 de junio de 2015

fracasamoS

Poca gente lo sabe, pero las bibliotecas, son lugares cojonudos.
 
Te dan libertad, información. 
Te ayudan a sobrellevar la vida, a los demás, a ti mismo.
A entender una parte del todo, a cambio de nada :).

En una de ellas, conocí a un tipo.
Era peculiar. Realista, grosero. Sucio.
Lo que más le gustaba, según Fernanda Pivano, era rascarse los sobacos, aunque también leía y escribía, pero muchísimas mujeres lo odiaban.
A mí, me cayó bien. 

 Se llamaba Charles Bukowski.

Recurrí a varias biografías, entrevistas, lo leí a él. 
Y me cayó aún mejor.

Me gustó su estilo, me apoyé en su extrema sensibilidad, 
me identifiqué con su exagerada manera de sufrir, 
de no entender de qué va esto, de qué va nada. 
De no saber por qué, ni para qué.

Luego pensé en su relación con las mujeres, en las relaciones 
entre ambos sexos en general, 
en algunas agresivas realidades, en lo trágico de algunos contactos,
en la de sufrimiento que podría ahorrarse un ser humano
con una correcta educación sexual, emocional.
Pensé en que a nadie se lo ponen fácil. 
Ni a ellos, ni a nosotras.

La educación lo es casi todo. Y seguimos fallando en eso.
Seguimos fallando en demasiadas cosas.

Bueno, 
que en 2011 lEscritos de un viejo indecente
cerré el libro y así, sin más, 
escribí un relato. 

Lo titulé fracasamoS.

 Y lo envié a dos certámenes, simultáneamente:
 en castellano, al Luis Adaro de Relato Corto y en gallego, 
al Os Viadutos de Redondela.
 Otra vez (por si colaba :)). 

En el primero pasó la criba y lo seleccionaron como finalista (junto a otros 29). 
A la espera de que determinasen un ganador, 
me llamaron de Redondela. 
El jurado 
(Manuel Bragado, Anaír Rodríguez, Xosé Manuel Moo Pedrosa), 
le había concedido el segundo premio :). 

Estoy absolutamente orgullosa de este relato.

Así que mañana, la primera entrega.







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