Me acuerdo del miedo que me producía ir a la tienda de mi aldea, por si estaba suelto un perro con malas pulgas que había en el aserradero que quedaba de camino.
Me acuerdo de ir a oír una misa de San Benito para que le quitase las verrugas de las manos a mi hermano sin creer en ello.
Me acuerdo de hacer una actuación musical con una compañera del colegio en la que interpretábamos Devórame otra vez, de las Azúcar Moreno.
Me acuerdo de las tiras adhesivas amarillas en las que se pegaban las moscas.
Me acuerdo de los cartuchos de colorines de la escopeta de mi abuelo.
Me acuerdo de cuando una vecina se quedó encerrada en el ascensor y su marido casi revienta la puerta intentando abrirla.
Me acuerdo de estar rodeada de universitarios brasileños fumando porros, cuando allí estaba prohibido con riesgo de cárcel.
Me acuerdo de pasar una noche vagabundeando por los bares y las calles de Santiago de Compostela, porque no encontré alojamiento.
Me acuerdo de llamar por teléfono fijo de casa sin prefijo.
ResponderEliminarMe acuerdo de un hotel en Atenas donde tenían una cama en la cocina y todo el hotel entraba y abría la nevera.
Me acuerdo de aprender a usar el monopatín.
Me acuerdo de la colección de radios antiguas de mi abuelo.
Me acuerdo de una paciente que me quería casar con su hija...😅😅😅.
Me acuerdo del día que murió Kurt Kobain.
Me acuerdo de los murciélagos del barrio las noches de verano.
El teléfono sin prefijo,¡! Claro¡!
EliminarEn ese hospital se tiene q forjar cada historia entre personal y pacientes...
Gracias por compartir tus recuerdos, barri¡!
Conozco compañeras que a sus maridos los conocieron de pacientes 😊😊😊 pero no es lo habitual...
EliminarAy :).
EliminarCántos recordos arredor do teléfono fixo...!!
ResponderEliminarRecordo andar á procura dun teléfono de bar con pasos o máis barato posible (non con moedas, que sempre tragaban de máis), no que poder falar con calma coa moza, sabendo que sempre habería alguén agardando con cara de poucos amigos a que rematara...