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lunes, 28 de octubre de 2024

Me acuerdo (43)

Me acuerdo como me pareció incomprensible que, tras el desastre del Prestige en Galicia, el PP arrasase en las elecciones autonómicas en toda la zona costera afectada.

Me acuerdo de la expresión "Sin joder no has de quedar", que me hace sonreír.

Me acuerdo de haber visto parir a una cabra.

Me acuerdo de haber llevado siempre un libro en el bolso, o la mochila. .

Me acuerdo del miedo de los perros cuando se echaban fuegos artificiales durante las fiestas de la aldea.

Me acuerdo de jugar al ajedrez y perder.

Me acuerdo de los hijos de algún cura que conozco y pienso cómo se sentirán, ahora que son adultos.

Me acuerdo de los abrazos de mi cuñada.


lunes, 11 de marzo de 2024

Me acuerdo (10)

Me acuerdo de los pantalones de campana. 

Me acuerdo del baño de la casa de una amiga, con azulejos de diseño de corazones amarillos, de Ágatha Ruiz de la Prada.

Me acuerdo de un profesor de literatura que teníamos en el instituto y de preguntarme por qué lo llamarían Bomper.

Me acuerdo que mi madre zurcía los calcetines metiéndoles una bombilla dentro. 

Me acuerdo de reírme a carcajadas con una amiga que tenía un aparatito que distorsionaba voces.

Me acuerdo de imaginarme a la gente cagando o follando.

Me acuerdo de oír a mi hermano decir, que “o tienes jardín, o tienes perros”.

Me acuerdo de no lograr aprender a andar en monopatín.

miércoles, 22 de junio de 2022

Perros

 

Fotografía: efialtes_fernando gonzález


Me encantan los perros. El ruidito mimoso de los cachorros cuando los coges en el regazo y los acercas a ti. Las travesuras de los primeros años, cuando mordisquean las zapatillas y zarandean las escobas con furia. Los lametazos. Acariciarles la barriga cuando se tumban boca arriba y te abrazan con las patas. Sus bostezos. Sus eructillos y sus pedos apestosos. La alegría que manifiestan en los recibimientos y la pena que transmiten en las despedidas. Su manera de enterrar los huesos. Su trufa húmeda. La expresividad de sus ojos. Su lealtad. Esa manera incondicional de querer. Los ladridos. 

Aborrezco la violencia ejercida sobre ellos, las tormentas que los atemorizan, los petardos que los aterran, a aquellos que organizan peleas, a quienes no los acarician, el moquillo, la rabia y los tumores. Detesto el abandono, la maldad y el tráfico.

Si pudiese reencarnarme, lo haría en perro. En uno como el de la foto, probablemente sin raza, posiblemente con nombre. Sería un Toby o una Laika, y me tumbaría como él al sol, para disfrutar de la tarde y de aquellos que pasan, sacan una cámara e inmortalizan tu mirada perruna, cargada de desconfianza, sorpresa y soledad. 

domingo, 8 de agosto de 2021

El mejor verano

Durante el mejor verano de mi vida no hará demasiado calor, ni lloverá. Desayunaré té matcha con jengibre, regaliz, manzana y naranja. Las horas no pasarán demasiado lentas ni demasiado rápidas. No morirá nadie a quien conozca. Llegará tras una primavera llena de secaderos de congrio, de margaritas en los jardines, de silencio. Habrá lecturas y habrá sexo, con placer y protección. Sonará una música suave, quizá Meiuqèr, hará algo de brisa, rozaré con mis piernas el mar. Será el verano de las carcajadas y el llanto, del brillo en los ojos. Conduciré hacia la montaña, cuesta arriba. Comeré sardinas, metidas en medio del pan. Me pintaré las uñas del color de una grosella, saludaré a los desconocidos, temblaré. Durante el mejor verano de mi vida no existirá Dios. Me rodearé de árboles y de helados de fresa. Descansaré sobre  una hamaca. Untaré tostadas con crema de cacahuete. Haré pulseras y collares con conchas marinas. Jugaré con perros y estornudaré con fuerza y alegría. No habrá prisas, el sol se pondrá como siempre, por el oeste y observarlo será un espectáculo efímero y bello. Durante el mejor verano cenaré porque hay luna y bajo ella, me acordaré de todos los momentos en que fui feliz y valió la pena. Recitaré poesía, por primera vez. Y no será un acto cursi ni banal. Será como apoyar los pies en la tierra húmeda y echarse a caminar como una niña, un pie delante de otro. Así, sin más, hacia donde las palabras me lleven.


miércoles, 8 de abril de 2020

Sin bares IV

"Para ser doblemente par, este año nos está saliendo un poco revoltosillo :). Eso pienso mientras escucho Mad world y voy dejando atrás montones de bares cerrados, camino del supermercado. Es lo que nos queda: comprar la cerveza por lotes y bebérnosla mientras leemos, por poner un ejemplo, lo último de Juan Tallón. Ay, qué tiempos aquellos en los que una podía circular libremente por la calle y pisar varias mierdas de perro por el simple placer de aplastarlas, solo para poder decir: "hoy, es mi día de suerte". Ahora, aunque abarrotadas de chuchines, en las calles no se ve una triste cagada a la que aferrarse. Es como si todos nos hubiésemos vuelto cívicos de repente. Y es que, no delinquir para esquivar la multa, se ha convertido en la rutina más emocionante del 2020. Quién nos lo iba a decir."