Me acuerdo de tirar toneladas de papel en la mudanza del taller de encuadernación.
Me acuerdo de beber vino tinto en "cunca branca".
Me acuerdo de leer a Ray Loriga en la adolescencia y pensar que era una forma de escribir nueva y diferente.
Me acuerdo de Toby, de Laika, de Pastor y de Nube, los perretes de mi familia.
Me acuerdo de dar mucho y recibir un poco a cambio.
Me acuerdo de la vergüenza que sentía al principio, de enseñar los textos que escribía.
Me acuerdo de escribir la lista de los libros que voy leyendo.
Me acuerdo del sabor de unos yogures del Froiz de naranja con trocitos de chocolate, que sólo vendieron durante una temporada.