lunes, 24 de marzo de 2025

Cómo hacerse amiga de Irving Penn

Para hacerse una amiga de Irving Penn, quizá haya que haber dejado en  el suelo una colilla para que él la fotografiase sin interés comercial alguno. O desnudar nuestro cuerpo curvilíneo para que él nuevamente lo captase y esas fotos estuviesen a la altura de sus mejores retratos: la mirada atónita de Picasso , la icónica mano de Miles Davis, la sensualidad del rostro de Sofía Loren, el descaro de Dalí, la desconfianza de Robert Rauschenberg.  O quizás tener un oficio, simplemente, y desempeñarlo con orgullo: ser lechero, carnicero, vendedora de globos, cartero, bombero. Para ser amiga de Irving Penn, habría que haber elegido nacer indígena, hippie o motera. O bien ser bodegón, huevo frito, flor. Calavera. Modelo de alta costura, como su bellísima mujer, Lissa Fonsagrives. Flamante portada de Vogue. Para ser amiga de Irving Penn habría que tener la mirada conjuntivítica y absolutamente moderna, la cara maquillada a brochazos y el cuerpo cubierto por un diseño de Miyake. O también, ser el guante de una mano que sostiene un zapato de tacón, en los años cuarenta. Como hemos perdido todas esas oportunidades, la única forma que nos queda, repito, de lograr su amistad, es hacerle una visita en The MOP Foundation de A Coruña, -un espacio curioso y atractivo-, y ver en foto las mejores imágenes captadas por su mirada masculina y genial, delicada y actual, esencial y sofisticada. Hasta el 1 de mayo.

2 comentarios:

  1. Hmmmm... Non sei.... Quizáis procurar achegarse a Marta Ortega poida facilitar algo 😃

    Non embargantes, ese espazo exindustrial prodúceme un certo desacougo, intimidante sería máis axeitado, coma un novo barroco do oco minimalismo 🤷

    Mais A Coruña sempre está ben. Hai que ir de cando en vez.

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    1. Todo o contrario¡! Encantóume o espazo. O único inquietante é a penumbra dos baños...non quero nin pensar en limpalos, ajahaha

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