lunes, 12 de marzo de 2018

Las edades de Lulú

"Aquello terminó de convencerme de que era Pablo, porque le encantaba romperme la ropa, algunas veces había llegado incluso a cabrearme en serio con él porque ciertas cosas no me duraban ni dos horas, blusas y camisetas sobre todo, las elegía cuidadosamente, me tiraba un montón de tiempo en la tienda, dudando, estudiándome delante del espejo, y luego ni siquiera llegaba a sallir a la calle con ellas, mi consumo de bragas alcanzaba cotas escandalosas algunos meses -esto es una ruina-, me quejaba yo -no te haces ni idea de la pasta que nos cuesta esta manía tuya-, él se reía -no las lleves-, me contestaba -por lo  menos en casa, no las necesitas para nada (...)."

1 comentario:

  1. Bueno, pues aquí tenemos la primera novela de Almudena Grandes, a quien conocí como autora, por Malena es un nombre de tango (que luego se hizo peli, con Ariadna Gil como prota). Luego leí El corazón helado.

    Últimamente ha escrito unos tochos considerables con trasfondo histórico (estudió Geografía e Historia) y creo que escribe muy bien, aunque he leído más columnas suyas, que libros. La verdad.

    Me gustan sus opiniones, su voz singular, su implicación política y que el otro día hiciese un llamamiento favorable a la huelga del 8M.
    Sé que debo prestarle más atención de la que le he prestado.

    Almudena Grandes, sí.

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