lunes, 21 de abril de 2025

Cómo leer cuando no tienes ganas.

 Lo primero y principal es rodearse de libros. Para eso pueden ayudarte las bibliotecas, y las librerías. Acumular, acumular, acumular. Que haya variedad. Y dejar que te asalten, como aconseja Pérez-Reverte. Cocina, paracaidismo, novela, ensayo, terror, romántica, thriller, encuadernación, poesía, por ejemplo. Lo segundo es pasear nuestra mirada por todas esas cubiertas tan estudiadamente diseñadas, por los títulos de esos lomos de diferentes grosores, acariciar cada libro, ver qué sensación nos produce al tacto, y al olfato. Lo tercero es prepararse una taza de té bien caliente y abrir una tableta de chocolate al 70 por ciento de cacao y lo cuarto, buscar un asiento medianamente confortable y repanchingarse en él. Lo quinto, ya cae de cajón: abrir el libro elegido y dejar que te atrape. Debes recordar que si no lo hace, no tienes que seguir leyéndolo. Cámbialo. Ya no tienes edad para perder el tiempo, tengas los años que tengas. Pero si te gusta, concédele tu tiempo libre, tus horas de sueño, tus ganas de aprender, tu sensibilidad. Porque saldrás de esa aventura, probablemente siendo una persona nueva, con más conocimientos, con nuevas perspectivas, con más ganas de reír, o de llorar. Deja que el leer te atraviese cuando tengas un mal día, o un mal sueño, o pocas ganas de vivir. Integra la lectura como un marcapasos de tu vida y esta será quizá más larga, inmensa y mucho más productiva. Que te aproveche.

lunes, 14 de abril de 2025

Olor a hormiga

 "La vejez es una larga enfermedad. Una enfermedad difícil de mantener en el cuerpo. Pesa, debilita y te hace temblar. El cuerpo intenta escupirla, no la quiere, la repudia. Las arrugas no son más que el sarpullido de esta alergia inevitable."

                    Julia Peró

                    Reservoir Books