viernes, 8 de mayo de 2015

Os digo...


...que la playa estaba desierta, como en la canción. Y a mi amiga, le entró un apretón. Malditos berberechos traicioneros... 
Pero ¡era su día de suerte! y los baños públicos allí, a tiroepiedra. Entró, se sacó el biquini, se hizo la V invertida y fijó su atención en el hoyo. Es una divina.
De repente entra un greñas y se pone a aporrear las puertas (debe de ser por eso que las hacen de metal). -Abriiiiidddddd putaaaasssssss, que sé que estáis dentrooooooo.
Joder. Qué sinvivir. La otra allí, con la braga entre los dientes y lo otro envuelto en un mar de dudas, frenado en seco, que ni palante ni patrás.
Joder, joder, joder. 
De algo así, es que no se sale :).

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