Me acuerdo de ir escuchando los podcasts de Isabel Coixet, Alguien debería prohibir los domingos por la tarde, y Grandes Infelices, de Javier Peña, los domingos, en el bus, rumbo a Vigo.
Me acuerdo de la gracia que me causa ver a los perros comer hierba.
Me acuerdo de cuando se te quedaba enganchado el pelo en los remaches de las sillas del colegio.
Me acuerdo de los calendarios de bolsillo con chistes picantes.
Me acuerdo de los maravillosos ojos verdes de Gael García Bernal en Amores perros.
Me acuerdo del tapón naranja del lavavajillas Mistol.
Me acuerdo del helado al corte.
Me acuerdo del día de la muerte de mi madre.
Me acuerdo de usar una radio con sintonizador de rueda y en los viajes ir buscando la frecuencia cada pocos minutos.
ResponderEliminarMe acuerdo de los jueves universitarios y no divertirme en exceso.
Me acuerdo de la primera vez que vi a AC/DC en directo fue electrizante.
Me acuerdo de pensar como hubiese sido mi vida si en el amor hubiese ido bien.
Me acuerdo de los burmarflax de 5 pesetas.
Me acuerdo de la tele indiscreta.
Me acuerdo del un,dos,tres.
Me acuerdo de las tardes de merienda y dragón ball , nadie era más feliz que nosotros en aquella media hora , gracias Akira Toriyama por tanto 😟😟😟.
Me acuerdo del blandiblu.
Son Goku, oh. Tengo un me acuerdo suyo con su pareja Chi Chi. Ya saldrá, jiji.
EliminarEl amor es un perro del infierno, que diría Bukowski :). No desanimarse, jaja.
Sigo a gozar dos xeados ao corte sempre que podo, aínda que o sector vai camiño de converterse noutro bluf da excelencia a prezos inalcanzables... que só se trata de cucuruchos cun pouco de xeado, coño!
ResponderEliminarMarabilloso o bandiblú... mentres brilaba e non recollía todo o que se lle pegaba cada vez que caía ao chan. ;-)
Recordo os 'minutos musicais' e o 'cine cómico' da tv en branco e negro.
Recordo os debuxos animados que pasaron pola tele dos anos ´70 -máis ou menos cando Calimero- con estética da sobrevalorada Kalandraka, bastante surrealistas e, dende logo, nada infantís. Máis adiante souben que eran polacos, xa que remataban coa palabra 'koniec'.
Pois nin idea deses debuxiños, James, pero vexo q o branco e negro marcou a túa infancia, como se foses un neno da posguerra :).
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