Miro al suelo y contemplo la "obscenidad".
La fotografío para demostrar que es cierta,
que también está ahí.
Y que pasa totalmente
desapercibida.
La cosa se complica cuando la evidenciamos.
Coño: Lupita Hard |
Se tuerce cuando en vez de dibujar una polla, o sea lo normal que es lo de siempre, se retrata un coño, para que también se le ponga cara y podamos saludarlo por la calle.
Al fin.
Es entonces cuando lo obsceno pierde su inocencia y ataca a un individuo, que parece no soportar el placer que habita en ese inmenso chocho rosa.
Por eso le hace una ablación en amarillo, para ver si duele más.
No lo ha conseguido. Basta mirar de nuevo ese chumino vibrante para quitarle los puntos y ver cómo palpita. Quizá sea porque lo llevas entre las piernas. Porque te dice: "yo también estoy aquí. Fíjate. Sigo con vida."
Muy interesante.
ResponderEliminarDa independencia estática de cada imaxe, ao 'casi' fotominirelato... Gustame a idea, aínda que non fora o que eu tiña pensado ao inicio, quizais poidan as miñas fotografías falar tamén así.
ResponderEliminarE o formato para visualizar no blog é diferente á posibilidade de facelo 'nondixital'.
Haberá que botarlle un ollo ás túas fotos, a ver de que falan...
EliminarPero qué chispa teño! Chegarei lonxe con este sentido do humor que me caracteriza ?-(
ResponderEliminarMáis alá da liña do horizonte¡!
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