Un cruasán,
el plato blanco
con su montoncito de servilletas,
negras,
plegadas encima.
Cuatro hombres viendo el fútbol
y una idea para un poema,
que surge
como el ruido de una cucharilla que cae al suelo,
como un sobre de ketchup
que exprimo sobre la música aleatoria de YouTube.
El verano, la cafetera, los saleros en fila.
Un final para un día,
que ya no necesito.
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