sábado, 8 de julio de 2023

Siesta


Foto: Elena Dean @bicodepulga

Nunca volveré a ser lo suficientemente niña como para rechazar una siesta. En algún momento de la edad adulta, dormir por las tardes pasó de ser una obligación a un deseo reprimido; toca trabajar. Pero hay sobremesas -joder, qué hora más mala- en las que daría literalmente la vida por meterme en cama y dormir, dormir y dormir. Ni siquiera pido soñar. Sólo descanso y desenchufe. El acto de despelotarme y meterme entre unas sábanas fresquitas, ahora en verano, o bajo el edredón calentito en invierno y después de comer, no tiene parangón, que es, por otro lado, una palabra de mierda. Pero vayamos al acto. Estiremos las piernas en la cama, bostecemos, retocemos, tirémonos, por qué no, un pedo. Ay, qué vida esta, tan rica en matices placenteros. Cada vez que me surge una oportunidad, lo hago, no sin recordar el profundo rechazo que le tenía a echarme la siesta de pequeña. Crecer para esto, diréis. Para dejar de vivir unos minutos, unas horas, semanas enteras de vida que se vierten en el colchón a tontas y a locas. Pues sí, sí y sí. Ven a mí, pequeña muerte almohadillada. Abrázame y acurrúcame. Ahora que he crecido y que por fin, sé lo que es bueno. 

14 comentarios:

  1. Dende logo, un acerto este texto dende esta imaxe, Su: podo recoñecer a maioría das emocións da siesta no ambente e a cor da fotografía.

    Nin que dicir ten que, algún día (o asteroide non o evite) a UNESCO recoñecerá ese momentito diario de renuncia voluntaria á consciencia, como patrimonio inmaterial da humanidade (da que queira desfrutalo, claro...).

    Tamén podería verse como unha merdáfora da vida: cando queres seguir comendo a vida sen parar, párante para que durmas; e cando queres parar, segues a traballar.

    O que está clarito é que, de facela, a comodidade na siesta debe ser prioritaria, en cambio, o feito de que un peido rompa o silencio, opcional.

    E, por suposto, suscribo todo o demáis 😅😅

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hai unha novela de Georges Perec, que vai dun tipo que non sae da cama. Titúlase Un hombre que duerme. Recoméndocha, aínda que non sexa especialmente optimista.

      Eliminar
    2. Non, tí taménnnnn: xusto o que non necesito é quedar na cama... 🤦😅

      Eliminar
  2. La foto preciosa...yo en el tema dormir como placer nunca lo he trabajado mucho , yo duermo poco en general, envidio a los que lo disfrutan tanto , la verdad pero bueno no se puede estar a todo 😂😂😂.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja... eu non teño que traballalo, pq ando a quedar durmido nos lugares máis estraños! Eu, en cambio, envexo aos que durmen menos.... Qué mal repartido todo!

      Eliminar
  3. Los colores de la foto me maravillan.
    No me creo yo que un tauro como tú no sea un dormilón empedernido. Rompes la estadística¡!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues la destrozo 😂😂😂 , que va yo poco duermo , entre la cantidad de noches que hago que son días que ya no duermo, uno se acostumbra las 6 horas como mucho ...😅😅😅

      Eliminar
  4. Ayyyy (suspiro)... La de siestas que me estoy permitiendo hacer estos días es fuera de lo normal. De esas siestas que abres un ojo y no sabes si es de mañana, de tarde o de noche. Que no te ubicas si estás en la cama o en el sofá. Ainsss, maravilla!!
    Fer, tes razón, a UNESCO ten que facer algo al respecto xa!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 🤣🤣🤣.
      Ya me tocará drama la próxima semana😬

      Eliminar
    2. 🔪🔪🔪🔪 uiiii... Había mala intención nese parrafito entre Susanas?

      Eliminar
  5. Cosas que me quitan el sueño: el posible viraje de este puto país a la derecha. Veamos el debate. Crucemos los dedacos.

    ResponderEliminar
  6. O que teña que ser levarémolo coma galegos... 😭😭😭 Ou podemos voltar aos castros! Winter is coming.

    Pero comentar o debate... qué preguiza...

    ResponderEliminar