Soy especialista en echar de menos algo, o a alguien. Ahora que es de noche, por ejemplo, echo de menos la claridad con la que me despierto por las mañanas. Echo de menos a los perros de la familia que se fueron muriendo uno tras otro, a pesar de haberlos querido como una más. Echo de menos a mis amigos, cuando los llamo para quedar y no pueden, o no quieren. Echo de menos las conversaciones íntimas, el sexo con amor por ambas partes, reír a carcajadas. Ya siempre echaré de menos a mi madre. A mis amigos Luis y Carmen. Echo de menos la lealtad. Los abrazos cuando a alguien se le ocurre darte sólo dos besos y tú necesitas algo más. Los masajes de pies. Echo de menos la bica de maíz y el pollo frito de mis abuelas, la alegría de la juventud. Echo de menos el pan centeno de mi pueblo, oír hablar a José Saramago, el sabor de la piña que probé en Brasil, tomar café con mi hermano los domingos, cuando le toca trabajar. Echo de menos tener tiempo libre para leer, soñar despierta o escuchar las diferentes músicas del mundo. Echo de menos ir con frecuencia al cine y al teatro, tener un sofá mucho más cómodo. Pero cada día consigo, también, echar menos de menos. Porque cada día actúo más. Hablo, más. Cocino, más. Camino, más. Abrazo, más. Llamo a mi padre, más. Quiero, más. Y lo digo, más. Por si acaso me pillase la muerte, cualquier día, despistada y añorando cualquier cosa. Como un día más, menos. Y que sea tarde.
Lo peor es echar de menos a alguien que es imposible volver a ver, el resto siempre hay opción y probabilidad de que se pueda volver a tener o a vivir.
ResponderEliminarLo bonito que escribes Su, y el contraste de estos textos con el modo en que me llamas Maldita en el taller...😂😂😂
El ying y el yang. 🤗
Todo aquel que me conoce debería saber que un "maldita" saliendo de esta boca es una máxima expresión de cariño. Nunca lo dudes, Chu. Y muchas gracias por leer y comentar. De verdad.
EliminarMis peinetas también son de cariño. 😏😅
EliminarYa.
EliminarEchar de menos en el fondo es bonito...algo que ha sido durante un tiempo fascinante y fundamental y sabes que aunque se vaya siempre lo será...
ResponderEliminarYo echo mucho de menos muchísimas cosas...desde hablar hasta el amanecer con alguien que quieres, las risas con mi abuelos, amigas que se fueron como Carmen, la sensación de llegar el viernes en el colegio, muchos de mis amigos que están muy lejos, el viajar más, conocer el amor correspondido ...infinitas cosas...eso sí , si la muerte me llega mañana me iré feliz... Me lo he pasado muy bien incluso en momentos realmente terribles...Todos los días algo habrá algo por lo que merezca la pena luchar... aunque se pierda siempre...
Creo que esa es la actitud, barri. Esa es la actitud!
ResponderEliminarMe ha hecho gracia lo de los viernes, porque estas semanas hablaba con La Su sobre lo mismo. A ella le encantaron siempre y le encantan los viernes. A mí, lo sábados y los martes :). Pero nada que ver, según ella, jajaja
A mí me gustaba esa sensación de última hora del colegio y del instituto...ese saber que ya se acababa la semana y que ya no tendríamos que ir más...que empezaba una aventura de fin d semana...eso ya no lo he vuelto a tener...con esa ilusión...
EliminarNo sé yo si será la actitud pero ya no tendremos otra...😂😂😂
Los viernes a las 6 al salir del colegio era lo mejor del mundo... Y si llovía y volvía a casa empapada, la sensación de una ducha caliente y empezar el fin de semana tomando una merienda de colacao calinte mojando churritos de pan😍😍😍... Lo mejor!
EliminarNo es lo mismo exactamente, pero sigo teniendo algo de esa sensación ahora. Los viernes por la tarde siguen siendo pequeños lapsus de felicidad!
Qué bien que lo cuentes. Me lo imagino y casi consigues convencerme...
EliminarUnha expresión (botar de menos) indescifrable, salvo grazas ao costume de interiorizar o indescifrable.
ResponderEliminarCoincido convosco en todas e cada unha das reivindicacións vitais.
Non embargantes, sempre permanece no meu interior (acubillado, non como pensamento acaparador) un recendo a desexo de non ter nada, para non botar nada de menos.
Intúo que, coma min, pensaredes que de xeito inmediato desaparece ese desexo ao dar ou recibir un bico, ao sorrir nunha conversa, ou mesmo ao recibir o premio da Primitiva... (será este ano, Su?).
Mais o certo é que, ás veces, a voz que nos recorda a inutilidade de tanto do que vivimos, resulta pesadita de máis.
Cómo me gusta o que contas, e cómo o fas, maldita!! 😂